A ver no es que ahora Pamela Anderson no pueda subirse a un avión, todavía no hay riesgo de que le exploten las prótesis y no hay pruebas de que puedan ser consideradas un arma de destrucción masiva. La razón de que la ex vigilante de la playa haya sido vetada en los aeropuertos es por el último anuncio de que ha protagonizado para PETA.
El eslogan del spot no es otro que “La crueldad no vuela” donde Pam interpreta a un guarda de seguridad en plan provocativa (nadie esperaba que fuese con cuello alto) que va desnudando a la gente que lleva pieles. Pues bien, el caso es que iba a ser retransmitido en los aeropuertos estadounidenses a modo de concienciación de que la gente no use animales para vestirse, pero finalmente han declinado. ¿La razón? Pues que Pamela Anderson es demasiado sexy, y es que parece que nadie ha pensado en los niños viajeros…
Yo la verdad que creo que el anuncio no escandaliza tanto, es atrevido, sí, pero para nada es algo que se salga del tiesto.