Como nos sucede a todas las personas, las celebridades también tienen sus temores acerca de los caminos por donde los llevará la vida. Pero el miedo de Katy Perry es muy particular: no quiere volverse loca por culpa de la fama (o, mejor dicho, por un eventual fracaso de su próximo álbum) y raparse la cabeza. Esto es exactamente lo que dijo:
Nunca me metí en esto por la fama. Las cosas pueden trastornarse en cualquier momento, pero rezo para no raparme la cabeza con esta grabación.
¿A qué historia les recuerda? Por supuesto, esta no es más que otra salida humorística de la simpática Katy. Pero no podemos negar que la alusión obvia a la crisis que sufrió hace unos años Britney Spears, para muchos debe ser un buen ejemplo de las desventuras de la fama.
Dudo que Katy vaya a pasar por ese momento de desequilibrio. Aunque tengo que admitir que la cabeza rapada le quedaría mucho mejor a ella que a Brit-Brit.
Via: teendencia